BLOQUE. MÓDULO 6.

ETAPAS DE LA MUJER Y GRUPOS ESPECIALES.

GRUPOS ESPECIALES

EMBARAZO

MENOPAUSIA

EMBARAZO Y PARTO

 

         El embarazo es un momento propicio para mantener una escucha más activa. Normalmente, sobre todo más según avanza el embarazo, el exceso de peso nos hace mantenernos más en calma y en quietud. Todo se relentiza, empezando por nuestra circulación sanguínea.

Es por eso que tenemos aquí una oportunidad valiosísima para desde esta calma adentrarnos y profundizar más en nuestros sentidos.

A partir del cuarto mes que se comienza a sentir claramente al bebe, podemos agudizar la escucha interna para poder captar el mínimo movimiento de nuestro bebe. Esa primera relación física de que alguien se encuentra ahí albergado.

Nuestras manos viajan constantemente a nuestro vientre, algo que el bebe percibe gracias al tactode nuestras manos.

El olfato, nos puede avisar de olores que no nos convienen para preservar a nuestro bebe de todo lo que pueda ser nocivo.

Somos más intuitivas y selectivas con lo que podemos o no alimentarnos. Nuestro gusto suele percibir cambios.

El único sentido, la vista que normalmente prevalece por encima de todos los demás es el único que en este proceso no se ve apenas afectado.

         Según una publicación de (baby center) ” La mayoría de las mujeres que experimentan cambios a nivel visual, sienten que están un poco más cortas de vista que antes de quedar embarazadas”.

Los manuales de fisiología nos enseñan que el 80% de las percepciones sensoriales son visuales. La vista nos gobierna. Hacia los doce años nos comienza a dominar el sentido de la vista. A medida, que crecemos, todos los sentidos salvo la vista, bajan disminuyen.

Los receptores sensoriales, las células están ahí, pero el mensaje ya no llega. Son percepciones reducidas a un 20% y todas sometidas al sentido de la vista. La vista verifica, aprueba o rechaza, contradice y las otras percepciones bajan. (Información basada en el libro La guarida  del tigre de Therese Bertherat).

 

       Nuestro cuerpos somos nosotros mismos. El es nuestra única realidad aprehensible. No se opone a la inteligencia, a los sentimientos, al alma. Los incluye y los alberga. Por ello tomar conciencia del propio cuerpo significa abrirse el acceso a la totalidad del propio ser… porque el cuerpo y el espíritu, lo psíquico y lo físico, incluso la fuerza y la debilidad, representan no la dualidad del ser sino su unidad.

(Información basada en el libro “El cuerpo tiene sus razones” de Thérèse Bertherat.)

Propongo un trabajo de toma de conciencia de todos los cambios que atraviesa nuestro organismo en esta etapa para verlos como una oportunidad.

Para referirnos a los cambios del embarazo, citaré entre todos ellos los dos más constatables:

 

  • A nivel hormonal.
  • A nivel postural

 

Las hormonas son grandes protagonistas y las colocamos en el epicentro de todos los cambios físicos y emocionales de la embarazada.

La palabra hormona significa efusión y tiene la propiedad de impulsar o estimular. Las hormonas son un tipo de excitación configurada de una forma particular. Ellas son las aguas que mantienen los fuegos encendidos, los fuegos violentos de la adrenalina, el calor permanente de la pituitaria o las operaciones incesantes del cerebro con los neurotransmisores.

Las hormonas son anatomía líquida, son las efusiones que transforman a los niños en adultos. Estos fluidos cargados energéticamente influyen en el crecimiento,

creando pigmeos o gigantes. El cerebro es una glándula hormonal que segrega mágicos elixires en el torrente sanguíneo.

Las hormonas y las enzimas dan origen a una sensación interna de corriente y de fluidez. La conducta líquida espera cristalizarse en conducta muscular. Las hormonas digestivas facilitan la peristalsis intestinal y visceral. Reptamos y gateamos por hambre o por miedo o por el estímulo de saber.

La hormona a la que conocemos específicamente como la hormona del embarazo, es la gonadotropina coriónica humana (GCH).

Se trata de una hormona que aparece en la sangre y en la orina de las mujeres embarazadas aproximadamente a partir de los diez días tras la concepción. Por ello se utiliza en las pruebas de embarazo: si se detecta la presencia de esta hormona es que hay gestación.

Al iniciarse el embarazo, las células que formarán la placenta comienzan a segregar esta hormona en la mujer. Los niveles de GCH aumentan en forma rápida durante el primer trimestre del embarazo (de hecho, en los primeros días prácticamente se duplican cada 48 horas) y luego disminuyen ligeramente.

Progesterona y el estrógeno

Estas dos hormonas son secretadas por el cuerpo lúteo en los ovarios hasta que la placenta sea capaz de secretarlos. Estas hormonas tienen una función muy importante, que es permitir la implantación del embrión.

Además tienen la función de estimular el agrandamiento de los tejidos del útero para hacer espacio para el feto. También facilitan la circulación de la sangre, el volumen de la sangre va hasta triplicarse durante el embarazo para facilitar el acceso de oxígeno al bebé.

 

Estas hormonas contribuyen al desarrollo de las glándulas mamarias para la lactancia. Estas dos hormonas son las causantes de muchos cambios durante el embarazo, como el aumento del volumen de los senos.

Oxitocina

 

Esta hormona sería la responsable de los lazos de afecto entre la madre y el niño (según un estudio publicado en SCIENCE PSYCOLOGICAL). Su tasa aumenta durante horas el día del parto.

Esta hormona es la responsable de las contracciones. Se aplica esta hormona cuando es necesario provocar un parto o reforzar las contracciones. Tiene un rol en el aumento de la leche materna.

 

Prolactina

Esta hormona permite la producción de leche después del parto. Cada vez que la mamá da de lactar al bebé, debido a la succión del niño, esta hormona estimula y produce la leche.

Pero esta acción solo es producida por la conjugación con otras hormonas. Es producida a nivel de la hipófisis en el cerebro. Simultáneamente, la hipófisis va a producir la oxitocina, que provoca las contracciones.

Relaxina

 

La cual es producida por el cuerpo lúteo y la placenta. Su función es preparar el área del pubis y a la matriz para el nacimiento del bebé. Esta hormona relaja los ligamentos del cuerpo, por lo que da mayor flexibilidad en las articulaciones especialmente en la pelvis, espalda baja y rodillas.

Si bien esta hormona tiene muchos beneficios para facilitar el parto, también tienes que tener cuidado para no lastimarte. A continuación te damos un par de consejos para sacarle el mejor provecho y tener las debidas precauciones con esta hormona.

Cambios en la postura:

 

Cambios en la postura

 

 

 Otro cambio evidente es el cambio debido al cambio de centro de gravedad en la mujer y al movimiento pélvico.

De forma fisiológica, el organismo materno sufre modificaciones anatómicas y funcionales que le permiten, por una parte, crear un espacio en el que el feto se desarrolle adecuadamente y, por otra, prepararse para el delicado momento del parto y para un postparto en el que tendrá que amamantar al neonato.

Todas las modificaciones, tanto físicas como psicológicas, que suceden durante la gestación, tienen la consideración de fisiológicas aunque sin duda suponen una severa alteración orgánica. Es evidente que durante este periodo todo el organismo se ve afectado tanto anatómica como fisiológicamente en un proceso de adaptación a la nueva situación que se presenta en la mujer.

Debido a estos cambios hormonales y emocionales, es una oportunidad para expresar emociones ocultas.

Creo que es un momento maravilloso para hacer un trabajo de introspección a nivel de las emociones. Y poder hacer prácticas de expresión de estas emociones ocultas.

En la parte práctica de la tesis por trimestres, especificaré más concretamente ejercicios, prácticas o maneras para hacer fluir estas emociones. Y que haya un trabajo de intercambio entre inconsciente y consciente utilizando técnicas como Yoga Nidra. Siempre de una manera muy cuidados y respetuosa ya que abordamos un tema en el cual hay que viajar con muchísimo respeto.

Otros cambios

Modificaciones Circulatorias

Todas las modificaciones que sufre el sistema circulatorio tienen por objetivo principal asegurar la circulación placentaria para que el feto pueda recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita.

El aumento de la volemia (comentado con anterioridad), que puede llegar a ser hasta de un 50%, induce un aumento del gasto cardíaco.

La tensión arterial y la frecuencia cardiaca permanecen dentro de los límites de la normalidad, aumentando en todo caso ligeramente la frecuencia en el último trimestre de gestación.

Los trastornos más frecuentes que podemos encontrar son:

– Edema.

– Hipotensión.

– Varices.

Hipotensión

 

Aparece con frecuencia el denominado «síndrome de hipotensión en decúbito supino», que se produce como consecuencia de la compresión del útero sobre la vena cava inferior. La fuerza de la gravedad hace que el útero comprima la vena cava, al estar la mujer en decúbito supino provocando un cuadro de palidez, mareo, frialdad e hipotensión que mejora de inmediato al cambiar de posición.

La progesterona, producida en grandes cantidades por la placenta, tiene un efecto vasodilatador al actuar sobre la fibra lisa lo que puede en ocasiones provocar la aparición de lipotimias.

 

Modificaciones en el Aparato Respiratorio

 

Entre las principales modificaciones destacamos:

El consumo de oxígeno está aumentado durante el embarazo. Aproximadamente un 25%. El volumen residual está disminuido.

El volumen respiratorio circulante aumenta de una manera muy evidente.

La aparición de la disnea en la embarazada la podemos cifrar en un 60-70% de las

mismas, la causa principal la podemos relacionar con la percepción que ellas tienen de su hiperventilación como un hecho anómalo.

La ventilación por minuto suele estar aumentada en un 40%.

Se podrían citar más pero como insisto, prefiero profundizar más en otros temas relacionados con el embarazo. Creo que este estudio está y más que explotado y dudo de hasta qué punto tener un exceso de información sobre los cambios posibles puede perjudicar más en algunos casos que ayudar a la mujer.

Mi propuesta es tomar consciencia de todos los cambios posibles para verlos como una oportunidad a ese salto evolutivo que nos brinda esta experiencia.

 

Cada uno de nosotros sabe en un nivel celular profundo cómo nuestra madre se siente como mujer, lo que ella cree acerca de su cuerpo, cómo cuida su salud, y lo que cree que es posible en la vida …
Si estaba temerosa, ansiosa, o profundamente infeliz en su embarazo, nuestro cuerpo lo sabe. Si se sentía segura, feliz, y satisfecha, también lo sentimos.

Dra. Christiane Northrup

EL PARTO

Y la estructura ósea del periné

La pelvis menor es una estructura que puede moverse ligeramente sobre sí misma y en relación a los besos vecinos. Gracias a estos movimientos la pelvis puede cambiar la forma esto adquiere importancia para comprender la disposición y el funcionamiento del periné en el transcurso del parto. Los huesos de la pelvis se articulan entre sí. Éstas articulaciones son normalmente poco móviles solo permiten pequeños movimientos entre los huesos de la pelvis.

Durante el embarazo se produce una impregnación hormonal que hace posible estos movimientos y la separación entre los huesos lo que permite un aumento del diámetro pélvico. En el momento del parto esto adquiere mayor importancia y facilita el paso del bebé. Con ejercicios puede prepararse para la intensa movilización de la pelvis que tendrá lugar el día del parto. Atención: para ejercitar esta movilidad no es suficiente hacer vascular la pelvis sino ejercicios que dan lugar a movilidad entre los propios huesos de la pelvis. Y durante el parto el estrecho superior es la primera barrera ósea materna que el feto debe franquear.

Se dice entonces que se ha encajado en la pelvis y a partir de este encajamiento la cabeza hasta ahora libre de movimientos deberá atravesar un camino mucho más estrecho: la pelvis menor para ello tendrá que efectuar rotaciones. La amplitud del estrecho superior es decisiva para el paso del bebé. Cuanto mayor sea la amplitud del estrecho superior mejor podrá atravesarlo el bebé. Si es pequeña exigirá una separación exagerada de las articulaciones de la pelvis materna llegando incluso a impedir el progreso de la presentación. Y el estrecho medio es la zona de inserción de los músculos más profundos del periné llamados diafragma pélvico muscular. Durante el parto es un paso importante ya que es aquí donde tiene lugar la rotaciones que preceden al desprendimiento final. La cabeza se encuentra con los primeros músculos profundos del suelo pélvico inserto sobre el contorno del estrecho medio y que orientarán su posición. El estrecho inferior es la parte más baja de la pelvis está formada por el borde inferior de la sínfisis púbica a los lados los bordes inferiores de los isquión es y las ramas es que públicas sobre este estrecho inferior se insertan los músculos superficiales del periné que son los más cercanos a la piel.

Durante el parto es posible la basculación del coxis hacia atrás y este diámetro puede aumentar hasta 11 o 12 cm.

Entre el sacro y los huesos ilíacos son posible pequeños movimientos estos motivos movimientos modifica la forma de la pelvis. Cuando el feto comienza encajarse: se llama la contra-nutación. Y durante este movimiento los diámetros del estrecho superior aumentan los del estrecho inferior disminuyen. Después de la encajamiento la cabeza del feto alcanza el estrecho medio y el otro extremo de la excavación. Aparece la necesidad de aumentar las dimensiones del estrecho inferior. El movimiento que entonces se produce se llama notación.

Es inverso al anterior.

Prácticas. 

Uno representar su propia pelvis. Dos sentir la movilidad de la pelvis. Tres movilizar la Fer la pelvis de manera activa: a lateral B de alante atrás tres combinadas cuatro movilizar la pelvis a partir de los movimientos de las caderas a sentada ve acostada C acostada delante atrás cinco mantener la estabilidad tónica de la pelvis durante el movimiento de la cadera seis movimientos pélvicos y lumbares movimientos de lumbares y pelvis. Suelo pélvico sentir los músculos del suelo pélvico comprobar tres tipos de respuestas: a qué es lo que ocurre al hinchar un globo. Cuando tose cuando habla cuando ríe cuando hace un esfuerzo importante cuando sopla en todas estas situaciones el periné sometido a una situación de resistencia se pueden reconocer todas las sensaciones ahora ya sabe que puede trabajar en el transcurso de una secuencia de ejercicios pero a la vez en muchos momentos de su vida. Contraer y fortalecer los músculos superficiales del suelo pélvico. Ejercicios para el músculo tubo rectal. Ejercicios para los abdominales ejercicios para los glúteos ejercicios para los aductores descompresión de las vísceras de la pelvis menor mediante la respiración mediante la inspiración costal.

PRÁCTICAS

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Representar su propia pelvis

ENSEÑAR IMÁGENES

Suelo pélvico

ACTIVAR, CONTRAER Y RELAJAR

Estabilidad pelvica

TRABAJO GLUTEOS Y PSOAS

Movilizar pelvis

APERTURA ESPECIALMENTE 3º TRI

Relajar músculos

LUMBAR, PSOAS,PERINE ESPECIALMENTE 3º TRIM

Bibliografía Recomendada:

“Si de verdad habéis entendido que quiere decir dejarse llevar, abandonarse, si todo vuestro cuerpo se encuentra abierto, libre, distendido y en particular, la boca, la garganta, las manos y los ojos, entonces no tenéis que hacer nada más. Sólo dejar hacer, dejar que nazca el bebé. Basta con no hacer oposición, no asustarse ni irritarse por la fuerz, por el frenesí que el bebé aporta al querer nacer. Finalmente, supremo sacrificio, abnegación total, hay que decirle dentro de una misma ´sí, déjame´. La vida, tu vida, está ahí, delante de ti. Cógela.” F. Leboyer.

Postparto

El posparto es un periodo amplio de la etapa de la madre que fácilmente engloba el primer año del bebé. Pero podemos decir que hay una primera Fase los 2 primeros meses, (lo que antes se conocía como cuarentena), y hasta los 6 meses después del parto.

LA CUARENTENA
La primera etapa del posparto la protagoniza el puerperio, que hace referencia al tiempo que necesitan los órganos femeninos para volver a la normalidad, y ronda las 6 semanas. Se puede dividir en 3 etapas:

  • Puerperio inmediato: primeras 24 horas tras el parto.
  • Puerperio precoz: primeros 7-10 días. 
    • En este tiempo tiene lugar la mayor disminución del tamaño del útero, mayor expulsión de loquios y el inicio de la lactancia.
  • Puerperio tardío: hasta los 40 días. 
    • Trás los cuales suele retornar la menstruación, aunque la lactancia en muchas ocasiones puede retrasar la aparición de la primera regla.

Durante este posparto inmediato se dan muchos cambios en el cuerpo de la mujer, entre ellos: 

  • El útero, que pasó a ser 30-40 veces más grande durante el embarazo, vuelve a su tamaño previo de forma progresiva.
  • Aumenta la sudoración, ya que el cuerpo elimina el líquido acumulado en los tejidos durante el embarazo.
  • Desciende la actividad del sistema inmune, lo que condiciona que seas más propensa a tener infecciones.
  • Se recupera el ritmo cardíaco, que durante el embarazo puede aumentar 10-20 pulsaciones por minuto.
  • Las venas recuperan un poco de turgencia. Es posible que la mayoría de esas varices que han aparecido durante el embarazo desaparezcan.
  • Disminuye el volumen abdominal debido al nacimiento del bebé, que deja más espacio, mejorando las funciones respiratorias e intestinales.
  • Es el momento de recuperar posibles lesiones asociadas al parto como episiotomías, desgarros o cesáreas que afectan directamente a los tejidos de nuestra faja abdominal y suelo pélvico.

Todos estos cambios nos invitan al descanso. El cuerpo durante estos primeros 40-45 días requiere de mucha energía destinada a la recuperación y a la crianza y no es conveniente empezar a hacer ejercicio.

Cuándo empezar a hacer ejercicio posparto

A pesar de que hay unas pautas generales, son muchos los factores que pueden afectar a la recuperación de una mujer tras dar a luz, por lo que lo ideal antes de empezar siempre es hacer una revisión de cómo se encuentra tu suelo pélvico y tu faja abdominal.

Aspectos importantes a tener en cuenta antes de empezar

  • Tipo de parto:
    • Parto vaginal (también llamado natural): se dará más importancia al trabajo de suelo pélvico y suelen poder empezar a ejercitar antes.
    • Parto por cesárea: necesitan más tiempo de recuperación y la cicatriz retrasa el comienzo con ejercicios hipopresivos.
  • Nivel físico previo al parto: Aquí la importancia del entrenamiento durante el embarazo. A mejor estado físico de base, mejor y más rápida tiende a ser la recuperación.
  • Lactancia: Generalmente la lactancia alarga ligeramente el postparto y es necesario evitar ejercicio muy extenuante de alta intensidad durante este proceso.
  • Estrés y circunstancias personales: En el postparto la recuperación no es sólo física, hay gran carga emocional con la que se debe lidiar y es muy importante respetar tus tiempos. 

De repente tu entorno cambia, tus rutinas cambian y no todas las circunstancia son igual de favorecedoras para encontrar un espacio para ti. Sin duda hay que procurar encontrarlo y cuidar tu salud, pero sin agobios ni culpas, desde la tranquilidad y cuando el cuerpo te lo pida.

Cómo empezar a hacer ejercicio en postparto

Si el parto ha sido natural

  • Mínimo 6 semanas de descanso.
  • A partir de la semana 6 y durante un mínimo de 3 meses, trabajo específico de recuperación al parto:
    • Ejercicios de suelo pélvico y faja abdominal.
    • Ejercicios de respiración.
    • Evitar ejercicios de impacto y altas intensidad.
    • Evitar hiperpresivo intrabdominal.
    • Trabajar abdominales hipopresivos.
  •  

Si el parto ha sido por cesárea

  • Mínimo 8 semanas de descanso.
  • A partir de la semana 8 y mínimo 3 meses. Trabajo específico de recuperación al parto:
    • Ejercicios de suelo pélvico y faja abdominal.
    • Ejercicios de respiración.
    • Evitar ejercicios de impacto y altas intensidad.
    • Evitar hiperpresivo intrabdominal.
    • Trabajo de la cicatriz.
    • No trabajar abdominales hipopresivos hasta garantizar una buena cicatrización.

El pilates es una herramienta genial para trabajar la recuperación del parto, ya que comparte los pilares del entrenamiento posparto general: trabajo de respiración, entrenamiento de suelo pélvico, foco en faja abdominal y ejercicio sin impacto.

  • A las tres semanas de posparto, se podrán realizar estiramientos suaves y hacer caminatas cada vez más largas, siempre aumentando muy poco a poco la intensidad de trabajo.

  • Hasta que el sangrado no haya parado completamente no se deben realizar ejercicios invertidos, como es el caso de practicar técnicas de yoga o Pilates.

  • A partir del mes se pueden hacer ejercicios de carácter aeróbicos ligeros, evitando siempre que se produzcan impactos como el de la carrera, steps, etc…

  • Si los músculos abdominales rectos aún permanecen separados no se deben realizar abdominales. Una vez estén cerrados se podrán hacer ejercicios abdominales de corto recorrido y otros ejercicios para dar tono y ayudarlos a recuperar la posición.

  • También se podrán hacer algunos ejercicios incluso con mancuernas pequeñas, para fortalecer el tren superior especialmente brazos, incluso media sentadillas para el tren inferior.

  • Si se decide comenzar a realizar clases colectivas con soporte musical, habrá que esperar al menos a las 6 semanas e indicarle al instructor que se acaba de tener un bebé para que realice las modificaciones oportunas. Por supuesto, sin extralimitarse en la intensidad y tomando cada sesión con mucha calma.

    Además, los ejercicios que impliquen algún tipo de traumatismo para el suelo pélvico como correr o saltar no se realizarán hasta pasados al menos 12 semanas (Serra y Bagur, 2004), y esta recomendación será únicamente para las practicantes más activas físicamente y siempre que se encuentren perfectamente.

    Tener en cuenta las recomendaciones descritas hasta ahora será de gran utilidad especialmente las relacionadas con el ejercicio cardiovascular, ya que si se decide practicar Pilates será necesario completar el programa con ejercicios aeróbicos.

    Everett (2007) señala que Pilates es un método muy recomendable para después del parto el cual se podrá comenzar tan pronto como el médico de por terminados los chequeos post-parto. Normalmente estos finalizan tras el puerperio aproximadamente a las 6 semanas posparto, una vez el tracto reproductivo fisiológicamente vuelve a su estado originario de no embarazo.

    En esta línea, también Adamany (2007) aconseja especialmente el método Pilates para después del parto, y asegura que gracias al mismo la mujer conseguirá los siguientes beneficios:

  • Mejor recuperación tras el esfuerzo del parto, aliviando aquellos dolores que a consecuencia pudieran aparecer.

  • Disminuir los kilos que sobran de forma más rápida y segura.

  • Aumentar el tono muscular y mejorar el estado de forma.

  • Incrementar la energía, la fuerza y resistencia.

  • Mejorar el control postural.

  • Evitar o disminuir el riesgo de lesiones a causa de la fatiga acumulada.

  • También ayudará a disminuir el cansancio, dolor de espalda, estreñimiento, ansiedad y depresión, retención de líquidos, etc.

    No obstante, antes de comenzar a diseñar un programa de Pilates postparto habrá que tener en cuenta algunos factores, entre ellos será importante saber el tipo de parto, variable que determinará cuando la mujer puede comenzar con la práctica de ejercicio físico, aunque en cualquier caso, antes de comenzar cualquier práctica habrá que atender en primer lugar a las recomendaciones médicas.

    Además, es importante recordar que en Pilates la zona abdominal es fundamental debido a la importancia del centro de energía como núcleo impulsor de todo movimiento (Winsor y Laska, 2002), por tanto será muy necesario vigilar la diástasis del recto abdominal, ya que si los músculos del recto aún permanecen separados y al hacer los ejercicios, aun siendo adaptados, se produce un abultamiento en la zona abdominal, habrá que detenerse o modificar nuevamente el movimiento.

    A este respecto, Cortes Prieto, Cortes, y D’Acunto (2004) recomiendan ejercicios isométricos de potenciación de la musculatura abdominal y perineal con la columna lumbar en cifosis, sobre todo después del parto. El método Pilates se adapta perfectamente a estas recomendaciones, pudiendo ser de gran utilidad para la reciente madre.

    A tenor de todas estas consideraciones, parece que el trabajo de suelo pélvico es un aspecto clave en el diseño del programa Pilates, ya que después de un parto vaginal habrá que trabajar en primer lugar el suelo pélvico, con ejercicios tipo Kegel, ya que estos músculos soportan los órganos internos, controlan las vías urinarias y están sometidos a aumentos de presiones. La fuerza del periné disminuye con las semanas de embarazo y tras el parto la musculatura del suelo de la pelvis se relaja pudiendo provocar disfunciones urinogenitales (gráfica 1), incluso incontinencia fecal, esto se puede evitar en gran medida trabajando de forma específica esta zona, aumentando la fuerza muscular y disminuyendo la incidencia urinaria (Casanovas, 1999). También en las mujeres con parto por cesárea, por los esfuerzos del parto o por el sólo hecho de haber llevado al bebé durante el tiempo de gestación, debe hacerse hincapié en el trabajo de estos músculos.

La Menopausia

LAS MUJERES NOS CARACTERIZAMOS POR NUESTRA NATURALEZA CÍCLICA en consonancia con los ciclos lunares. Estos procesos mensuales nos permiten, si así lo deseamos, gestar y parir a nuestros bebés. Nuestro cuerpo y nuestra fisiología están armoniosamente diseñados para estos momentos circulares y redondos que se repiten con la intención de preservar la especie.

Con el transcurso de la vida, nuestra capacidad de gestar bebés o ideas, proyectos, planes e ilusiones, va disminuyendo gradualmente en un periodo que se denomina climaterio. Son procesos dentro de la salud de la mujer, no de la enfermedad.

El climaterio es una etapa de nuestra naturaleza cíclica. Es una palabra que procede del griego y significa “escalón”.
El climaterio, en la mujer, se corresponde
con un periodo amplio que comprende la peri menopausia y la menopausia y en el cual se va produciendo gradualmente el reposo ovárico. Es un periodo que abarca de 5 a 15 años y ocurren diferentes adaptaciones fisiológicas, morfológicas y psicológicas.

LA PERCEPCIÓN SOCIO CULTURAL DE LA MENOPAUSIA

Las creencias culturales y sociales del entorno en el que vivimos influyen y condicionan nuestras percepciones personales.

Así, durante nuestro desarrollo de niñas a mujeres, vamos generando una serie de creencias que adoptamos como propias y que conforman nuestra forma de pensar, de actuar y hasta de movernos…

En relación a la menopausia, si lo que se nos cuenta, leemos y creemos está empapado de ingredientes aislados como “sofocos nocturnos”, “sequedad vaginal”, “ansiedad”, “depresión” y “dolor de cabeza” no es de extrañar que nuestra psique y nuestro cuerpo se estremezcan con solo escuchar esta palabra tan erróneamente cargada de oscuridad y enfermedad. Si, por el contrario, desde niñas hemos sido educadas (como ocurre en otras culturas) a respetar y escuchar la sabiduría de las mujeres maduras ya tranquilas, ya calmadas, nuestras creencias personales serán diferentes y nuestra psique y por tanto nuestro cuerpo ante la palabra menopausia se abrirá con respeto y aceptación. (Montse Cob)

TRABAJO DE FUERZA

TRABAJO AERÓBICO

RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN

TRABAJO DE FUERZA VERSUS OSTEOPOROSIS

Cuando se habla de FUERZA, hablamos de un elemento fundamental en la mecánica del movimiento del cuerpo humano, y es una acción o un efecto mecánica aplicado a un cuerpo, tanto fuerzas internas de nuestros músculos, como externas.

Los objetivos de un trabajo de fuerza específico son: resistencia muscular, hipertrofia (cambio de tamaño o tono muscular), fuerza muscular y potencia muscular. Que se pueden ir trabajando de forma progresiva y simultáneamente combinados con otro- tipos de ejercicios.

 

Ahora, de forma breve, veremos qué tipo de entrenamiento de fuerza existe en función de los objetivos que buscamos.

 FUERZA-RESISTENCIA: trabajando los músculos a un nivel sub-máximo durante un período de tiempo largo y con muchas repeticiones. Se considera incluso parte de un entrenamiento aeróbico. (muchas repeticiones del ejercicio con un peso medio)

TONO MUSCULAR: aumentará la masa magra del cuerpo y se reducirá el porcentaje de grasa corporal. Luego para los que también desean perder peso, este tipo de entrenamientos son necesarios.

FUERZA MUSCULAR en estado puro, y se trabaja con cargas más pesadas, luego primero tendremos que haber pasado por lo anterior, haber cogido un buen tono.

POTENCIA MUSCULAR. Aunque normalmente este tipo de entrenamiento solo lo hacía los deportistas que buscaban mejorar su rendimiento deportivo, sin embargo, se ha demostrado que para todas las poblaciones este tipo de ejercicios suponen una mejora en su día a día,  por ejemplo en personas mayores para llevar a cabo las actividades diarias, desde ir a la compra hasta subir escaleras.

SESIONES ENTRENAMIENTO:

SESIÓN INSPIRACIÓN:

EMBARAZO

MENOPAUSIA

SESIONES APRENDIZAJE:

Mantra del parto

Yo se parir.

Como parieron las mujeres que me precedieron.

Mi madre, mi abuela, mi bisabuela, mi tatarabuela,

Y así hasta la primera mujer.

Lo llevo grabado en mis células.

Es su legado.

Mi cuerpo sabe parir.

Como sabe respirar, digerir, engendrar, andar, hablar,
pensar.

Está perfectamente diseñado para ello:

Mi pelvis, mi útero, mi vagina, son obras de ingeniería

al servicio de la fuerza de la vida.

Yo soy ‘la que sabe’.

Y ‘la que sabe’ me
susurra:

‘Cabalga la energía de
las contracciones como si fuera el éxtasis,

Loba, leona, hiena,
yegua, zorra, gata, pantera…

Encuentra tu hembra de
poder y conviérte en ella’.

Y siendo ella, mamífera todopoderosa, doy a luz.

Mònica Manso

Inspiración para la semana del parto respetado 21-27 de mayo
2012.

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